Entrados ya en el siglo XXI todavía podemos ver, a través de documentales, lugares y gente vírgenes de "civilización". Son ventanas abiertas al pasado que nos permiten reconstruir cómo era la vida hace decenas de miles de años y trazar, a partir de allí, un dibujo que nos permite apreciar la evolución humana. Es verdad que no quedan muchos. Esa misma evolución se encargó, poco a poco, de exprimir la tierra y aniquilar a sus ocupantes; pero tanto en regiones de Africa, como en las selvas amazónicas brasileña o ecuatoriana, en Alaska o en el Tibet se sabe de la existencia de comunidades indígenas que viven como hace cientos de siglos.
¿Primitivos? en cuanto viven como en sus principios podemos decir que si... ¿salvajes? ellos dirán que no, que en realidad los salvajes somos "nosotros", los "civilizados". Saben que, a pesar de ser explotados, no son inferiores; saben también que la pobreza material no es sinónimo de incompetencia moral...
Los Shuar del Amazonas ecuatoriana, por ejemplo (y digo "por ejemplo" porque no son solo ellos los que viven bajo este precepto) saben que hombres y mujeres son iguales. Pero tienen diferentes cometidos. Los hombres matan animales para comer, cortan árboles para leña y combaten a otros hombres. Las mujeres crian a los niños, cuidan los cultivos, mantienen el fuego del hogar, y tienen, además, la importante misión de decirles a los hombres cuándo deben detenerse en sus tareas. Incluso los hombres cazan animales y cortan leña cuando hay comida y leña suficientes a menos que las mujeres los detengan. Y es que son las mujeres las que llevan en su ser la inteligencia y la sensibilidad necesarias para saber cuándo entran en conflicto las necesidades comunales y la naturaleza que los abastece. Cuentan que cuando miembros de los Shuar visitaron una ciudad preguntaron: "¿Y dónde están sus mujeres?... ¿Por qué no han detenido a los hombres?"
Pienso que esos grupos de "salvajes primitivos" representan valores humanos auténticos y que, para cambiar el mundo actual por uno mas justo, todo lo que debemos hacer es recuperar el equilibrio entre hombres y mujeres en toda la pirámide de nuestra sociedad, empezando desde su punto mas alto, desde su cúspide. Pirámide que está basada en jerarquias masculinas. Jerarquias que se deben cambiar...
Ese "todo lo que debemos hacer" es un "todo" demasiado grande. Llevamos mucho tiempo de machismo, y así nos ha ido. Vivimos en un mundo mezquino y terriblemente injusto. No se puede seguir así. Y ya es hora de cambiar, de devolverle a la mujer el papel que le corresponde desde que el ser humano como especie se socializó. Y de que ella pegue un puñetazo sobre la mesa y le diga al hombre que ya es tiempo de detenerse, que tenemos comida y leña suficientes; y que se encargará, ella, de repartirlas mejor, con justicia. Un comienzo de semejante tarea es definirlo, convencernos. Todos...
Me puedes Dieguito... Me puedes... Tan lindo
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